Archivo de la etiqueta: Ilusión

POSTUREO NACIONAL

Publicado en
POSTUREO NACIONAL

La verdad es que me disgustó tanto que Don Mariano se empeñara en alargar la anterior legislatura que me había propuesto a mi misma «pasar» del tema y no comentar nada de política en un buen tiempo. Pero, como dije en aquel primer post de inicio de este blog (qué lejano parece aunque tan sólo haya pasado año y medio), no lo puedo evitar y hay semanas en que la actualidad, esa que conocemos a través de tantos medios, es tan sumamente arrolladora que es imposible no dedicar algún que otro pensamiento y comentario ante tanta opinión y tanta imagen más o menos manipulada (a veces pienso que lo de los memes se nos está yendo de las manos por momentos). Lee el resto de esta entrada

DESEOS EN GERUNDIO

Publicado en
DESEOS EN GERUNDIO

Toca recopilar, lo sé. Y no sé si me apetece. En un ranking de los mejores años de mi vida, este desde luego estaría en los últimos puestos. Que sí, que ya lo sé. Que siempre hay que buscar el lado bueno de las cosas pero, hasta una optimista confesa como yo, a veces se cansa de repetir el mismo mantra. Aún así, léase la tercera frase de este post «los mejores años», no «los peores». Esto es de alguien optimista por naturaleza, no me lo negarán.

Y por muy de moda que estén las listas y, ya no digamos, las listas de «buenos propósitos para el año nuevo». Que no, que no me van a pillar. Que no pienso tampoco hacerla. Siento que aquel equipaje de hace años que, supuestamente, tenía que ser el que me sirviera para un futuro, ahora que lo abro descubro que muchas de las cosas que preparé, por si acaso, no hacen mas que lastrar el camino. Lee el resto de esta entrada

ESTADÍSTICAS

Publicado en
ESTADÍSTICAS

El Sr. WordPress me envía un atento informe-resumen de mi actividad en esta plataforma y me cuenta que durante el pasado año me visitaron 2200 veces y que, si se tratara de un teleférico de S. Francisco en el que cada viaje lo pueden hacer 60 personas a la vez, habría hecho 37 viajes. ¡Guau! Las matemáticas no engañan amigos. Teniendo en cuenta que he hecho 25 entradas, es decir, 25 viajes (por las que, por cierto, el Sr. WordPress me felicita, no ya por su contenido si no porque, por lo visto, el número, estadísticamente hablando, no está nada mal para ser el primer año) mi teleférico debe ser más grande que los de S. Francisco ya que, en cada viaje han montado ¡¡88 personas!! Lee el resto de esta entrada

CON MIS MEJORES DESEOS

Publicado en
CON MIS MEJORES DESEOS

Ya perdonarán. Las Navidades es lo que tienen, trastocan toda la rutina que alguien pueda tener y, por primera vez en los casi seis meses de vida de este blog, el pasado viernes Juliette no fue puntual a su cita. Como para quitarle importancia, a quien me preguntó le dije que se había marchado allá, al Pirineo francés, a su cima de origen, a ver si se joreaba un poco con los frescos aires de la montaña. Porque ciertamente Juliette andaba algo aturdida con tanta felicidad desbordando en torno a los bonitos días navideños, tantos mensajes de buenos deseos, tantas imágenes de paisajes nevados cuando en Zaragoza nunca nieva, como constataba una niñita de la mano de su padre el otro día por la acera del Camino las Torres. Lee el resto de esta entrada

MUSIQUEANDO

Publicado en
MUSIQUEANDO

El próximo lunes, 24 de Noviembre actúa en Barcelona Ed Sheeran. Lo sé porque L no para de recordármelo de vez en cuando como quien frota la lámpara mágica esperando que salga el genio y le conceda su deseo. Hasta este verano, el cantante pelirrojo era un completo desconocido pero ahora ya no. Y no puedo decir que mi hija me machaque con sus canciones como hacía la vecina de mis padres con los Pecos cuando ponía el tocata a máximo volumen en ese afán por compartir sus gustos musicales con todo el vecindario. No, ahora que están tan de moda los auriculares, en esta casa podemos decir que no nos enteraríamos de la música que les gusta a nuestros hijos si no fuera porque a veces se les escapa tararearla mientras la escuchan, cosa que me encanta, por cierto.

Hasta la fecha, no me puedo quejar de los gustos musicales de L, y me temo que no coinciden precisamente con los de sus amigos porque, a un par de conciertos en los que sí se apareció el Genio, he tenido que ser yo la que le acompañara. Nunca me ha gustado hacerme la moderna como madre, la verdad, pero digamos que sus gustos rondan entre su generación y la mía con lo cual el trauma no ha sido muy grande. Siempre he pensado que el gusto musical se educa, como todo y, a puro de escuchar, el oído al final elige lo que quiere oír. Y en casa otra cosa no pero eclécticos, musicalmente hablando, somos un rato. Lo que menos se escucha es Heavy, pero para eso está el tío, cubriendo ampliamente ese hueco fundamental en la cultura musical. Otra cosa es que te dejes llevar por las modas, por lo que sigue la gente en cada momento, por lo que programen las distintas productoras y grupos empresariales de televisión…  Pero todos sabemos que no es precisamente la educación y la cultura lo que prima en la mente de los programadores televisivos actuales. Una pena, Sres. Rajoy, Wert y compañía, desaprovechar un medio tan bueno como esa televisión que tiene la capacidad de llegar a tantos sitios. Pero bueno, todos sabemos a quienes se deben. Como en todo, el vil metal gobierna una vez más.

Yo hace tiempo que me desentendí del fenómeno fan girl pero… tengo que confesarlo, desde hace unas semanas tengo un sueño… Un viajecito… Os cuento: El año pasado el incombustible Sting (uno de esos artistas eternamente renacentistas) volvió a sorprendernos con un nuevo disco compuesto, por lo visto, para convertirse en musicalDespués de una tanda de conciertos con una banda realmente magnífica ahora lo representan con actores allá en Broadway. No sólo por la música que me parece sencillamente deliciosa, con aires de rock, jazz, folk y blues si no también por la temática de la historia que cuenta el cierre de los astilleros de Wallsend, ciudad en la que creció el compositor. Realmente apetecible (escribiendo y frotando la lámpara a la vez).

L despierta y crece reivindicando sus propios gustos y, para ello, elige un cantante británico que acaba de empezar como quien dice. Yo reafirmo mi gusto por un cantante, también británico, que ha acompañado la banda sonora de mi vida siempre. Os dejo a los dos. No es cuestión de comparar, simplemente de disfrutar.

 

UN PASO MÁS

UN PASO MÁS

«Dime: ¿este o este otro?…. Mmmmmmm… ¿Este?» Su fruncimiento de cejas me hizo sospechar que no era esa la respuesta correcta… o, al menos, la que J esperaba («este» era el coche que le parecía más bonito pero, a su vez, era el que todo el mundo tenía).  Ese día el coche en cuestión era el de un videojuego.  Hace unos años, era un cochecito en el escaparate de la juguetería y dentro de otros tantos podría ser que viniera con catálogos de concesionarios, por seguir con el símil. En cualquiera de los tres casos, seguramente los padres casi nunca acertaremos con la respuesta que quieren nuestros hijos, pero me gusta pensar que lo importante es que sigan teniendo esa confianza en preguntarnos. Llegar a eso es complicado, lo sé, pero hay que intentarlo y, sobre todo, trabajarlo, sin duda.

J empieza estos días secundaria y, aunque su hermana se empeñe en manifestar una y otra vez que lo ve demasiado pequeño para dar ese paso, es inevitable. La edad y las circunstancias son las que son y, por mucho que no estemos de acuerdo, hay ordenes que no se pueden cambiar. De todas maneras, debería ser yo la que se resistiera a que a «mi chirriquitín» le empiece a salir pelo y granos sin piedad (que pena, con lo majicos que son de pequeños) y le cambie la voz… pero nada más lejos de la realidad. Me encanta verlos crecer  y siempre he dicho que procuro (y lo consigo sin ningún esfuerzo) disfrutar de todas y cada una de sus etapas… incluso la de la adolescencia. Muchas veces, siempre de broma, en casa decimos que la típica-adolescencia-rebeldía que no nos está dando L («de momento»… me gusta ser cauta con todas estas afirmaciones) nos la va a dar J, pero creo que no (… mi optimismo desbordante, una vez más).

Y paso a paso tendremos que ir adaptándonos a pequeños cambios, muchas veces luchando contra lo que la sociedad se empeña en imponernos y otras luchando contra nuestros propios miedos. Lo de ir a clase con los compañeros y no de mi mano ya lo hizo el curso pasado y, en este caso, él y su pequeño grupo ya le llevan esa delantera a casi todos los niños-as de su curso. A cambio, el resto de los niños-as le llevan la delantera a él en cuanto a lo de tener móvil propio… cosas de mantener distinto criterio a la hora de educar a nuestros hijos, por lo visto. En cualquier caso, una labor difícil pero siempre, siempre, apasionante.

Aún así, ser madre de dos adolescentes tiene su índice de peligrosidad. De momento ahí seguimos, comiendo en la mesa de la cocina y sin tele. Confieso que me encanta ese momento, aunque se quiten la palabra el uno al otro para acaparar mi, ya de por si, dispersa atención. En realidad no considero que sea falta de atención sino, más bien, sobredosis de información. Claro, luego, al cabo de los días, me amonestan con un «si ya te lo dije…» haciéndome sentir la peor de las madres. El año pasado, como no comía con ellos, acumulaban toda la información para la tarde y cuando me la soltaban en el coche, conduciendo, todavía no sé como no hemos tenido ningún accidente, la verdad. Nuestro ángel de la guarda, seguro.

 

Os dejo un regalo, una canción que lo dice todo. Espero que os guste.

 

 

DESPACHO DE PAN

DESPACHO DE PAN

Sergio cerró la carnicería en el mes de agosto. El otro día pasé por el mercadillo y, cual es mi sorpresa que nos recibió con un puesto totalmente remodelado, más grande, más luminoso… cambio de aires para un nuevo año. Le felicité. En estos tiempos, ver que alguien no sólo no echa la persiana sino que se anima a mejorar y ampliar el servicio es para quitarse el sombrero. Tuvo que coger el testigo de su tío en el negocio familiar hace poco más de un año y ha decidido mimar a su clientela todo lo que pueda y me alegro, por él y por quienes acudimos semanalmente a su puesto. Recuerdo cuando era pequeña y acompañaba a mi madre a comprar al mercado, la especial complicidad que tenían los distintos vendedores y mi madre entre si. Yo, en ese momento, sólo tenía ojitos para mi madre, pero realmente, el resto de las mamas y abuelas (por aquel entonces no recuerdo muchos hombres ir a comprar) tenían esa misma relación. Comunicación, no más. Luego, cuando he empezado a elegir mis propios tenderos, me daba la sensación de que yo era muy joven y ellos muy mayores, con lo cual no llegaba a alcanzar esa misma «complicidad»… hasta ahora. De repente, me he dado cuenta que mi carnicero, mi frutero, mi pescatera y mi panadero son… ¡más jóvenes que yo!

Héctor cogió la frutería que hay cerca de mi casa hace también poco más de un año o dos. Me encanta el nombre que le puso al negocio. El de su hija pero en diminutivo maño. Mi frutero está sacando adelante a su familia ofreciendo al barrio productos de la huerta más cercana. Tomate de Utebo, Borraja de Boquiñeni, Melocotones de Calatorao, Valmuel… Cada vez que paso por la puerta de la frutería nos saludamos a través de la cristalera. Me gusta formar parte de su día a día, me reconforta pensar que gracias a mi fidelidad el puede ver crecer a sus hijos un poco más tranquilo.

Lorena, la pescatera, es una chica joven y guapa que, con su coleta estilosamente peinada y su sonrisa siempre puesta, atiende a la clientela con tanta gracia y desparpajo que, cuando sales de la tienda, llevas sardinas, chipirones, pescadilla… y unas cuantas penas de menos encima.

Raquel y su primo Paco despachan pan, amabilidad y juventud en una céntrica panadería en la calle más comercial de mi barrio. Junto con una amiga, que les ayuda los fines de semana para que ellos se puedan turnar y descansar para ir al pueblo, abrieron este «Despacho de Pan» como reza en el flamante rótulo que da nombre a la tienda. Me encanta el término. Le da un cierto aire de antes, de siempre.

El otro día leía en un periódico que corría por internet otro fenómeno viral esta vez defendiendo el consumo de productos locales, en respuesta al veto ruso a las importaciones europeas… Consiste en hacerse un selfie con una fruta en la boca. Confieso que igual que hemos visto tropecientos famosos lanzarse el cubo de hielo por encima, todavía no he visto a ninguno comiéndose un melocotón de Calanda… Posiblemente no resulte tan divertido e incluso atractivo, pero no saben lo que se están perdiendo.

En la imagen, mi selfie particular, con frutas y a lo loco.

En la imagen, mi selfie particular, «con frutas y a lo loco».

VERANO DE PALABRAS

Publicado en
VERANO DE PALABRAS

Comenzaba este verano con la incertidumbre de no saber muy bien cómo iba a transcurrir, pero bueno, como todo en esta vida. Y mientras daba sus primeros pasos, camuflándose entre lluvias y tormentas más bien propias de la primavera, comenzaba yo también esta apasionante aventura de jugar con las palabras, como algunos dicen por ahí.  Y es verdad, así me siento, como una niña volcando la caja de las letras y los sentimientos sobre la alfombra para tratar de darles forma, esperando con ilusión que alguien adivine lo que trato de expresar.

Y el verano ha ido pasando de tal manera que ya estamos a punto de empezar Septiembre, con todo lo que ello supone… Preparar el material del colegio, forrar esos libros castigados en un rincón desde final de curso porque, sinceramente, en ese momento lo que menos apetecía era pensar en un nuevo curso, porque lo que realmente apetecía era descansar de todo. El calendario nos avisa que hay que empezar a cuadrar horarios para compaginar todas las actividades entre los distintos días de la semana. El año no comienza el 1 de Enero, el año de verdad, el que marca el rumbo de nuestra vida, empieza en Septiembre.

Y este verano tan raro, unos días primaveral y otros otoñal, es ahora, cuando comenzamos a pensar en esas otras faenas de comienzo de curso, cuando se decide a salir a escena con su traje auténtico: calor, sol… verano, verano.

Y mi (nuestro) verano ha sido igual de raro: con un campamento en nuevo pueblo y nuevas instalaciones que, tras el primer miedo al cambio y a lo desconocido, sorprendió por la belleza del entorno y lo a gustito que allí se estuvo, porque si, porque había muchas ganas de compartir, de descansar de la ciudad y de vivir nuevas aventuras; con escasas y cortas escapadas al pueblo, buscando en esas horas fugaces el calor de la familia y las raíces; con los siempre buenos momentos en la piscina, con esos amigos que apenas nos vemos en invierno pero que en las largas tardes de verano, aunque sea con chaqueta, somos capaces de compartir meriendas, risas, juegos, preocupaciones, proyectos, inquietudes, ilusiones…; con una brevísima pero intensa escapada al norte para respirar otro aire, otro paisaje, otras gentes…; con la sombra de las enfermedades acompañándonos en el camino, la rodilla, el alzheimer, el riñón… sombras que casi siempre agobian pero que hay que aprender a caminar con ellas, con respeto pero sin miedo; con los nervios y las alegrías de un debut tan esperado como inesperado dentro del apasionante mundillo del folklore y la jota, sintiendo que una nueva etapa está a punto de empezar y saboreando la recompensa del esfuerzo, la ilusión y las ganas; con encuentros y reencuentros de tantos amigos que siempre están allí; con lecturas, soledades y mirarnos un poquito al interior…

Y mientras tanto, calando en mi rutina semanal como agua de lluvia, este blog… Me contaba el otro día Sara que, animada por su madre, había leído alguna entrada y que le gustaba como escribía… No sabes, Sara, la ilusión que me hizo tu tímida declaración. Porque este blog se lanzó al camino así, asomándose tímidamente,  a comienzos de verano, en época de descanso, para ver que tal se le daba su paso por la vida y, apoyado por sus lectores, compañeros de camino, va llegando cada vez un poquito más lejos.

En la playa de La Concha, charlando con un turista australiano sobre los beneficios de este tipo de bañadores en las aguas del Cantábrico.

SORPRESA

Publicado en

Que bueno es saber dejarse sorprender y, aún sabiéndolo, cuánto nos cuesta a veces.

Cuando la monotonía de la vida y, sobre todo, las «obligaciones» te llevan siempre por el mismo camino, hay que hacer lo posible para buscar algún momento «no programado». Yo me encontré con ese momento el pasado domingo. Por casualidad (aunque cada vez estoy más convencida que la suerte también hay que buscarla) el Teatro Principal tuvo a bien regalarme dos invitaciones para su función del domingo. Y, aunque una amiga enseguida intentó contagiarme su entusiasmo por la función, os tengo que confesar que no estaba yo muy «contagiable» esos días…

Sin embargo, cuando llegué a las taquillas del teatro y me entregaron este sobrecito tan enigmáticamente cerrado ya me empecé a emocionar… Hasta me costaba abrirlo, como quien quiere mantener por unos segundos más la ilusión por descubrir el regalo dentro del envoltorio.

 

DSCN4743

 

Una vez en el hall del teatro (Mira que es bonito, por favor!!!) me dediqué a observar al público que poco a poco fue  llegando y me gustó mucho ver, sobre todo, señoras mayores, incluso en silla de ruedas, pero estupendamente arregladas, conservando ese glamour de «salir al teatro». Pero además también descubrí muchas sonrisas… muchas caras de ilusión.

Al poco ya nos invitaron a pasar mientras en la entrada al patio de butacas un… ¿artista? nos chutaba un balón de fútbol con la intención de que jugáramos con él… Algunos pasaban rápidamente dejando que fueran los niños los que le devolvieran el balón. Un guiño al Mundial pensé yo.

Mientras JL buscaba un poco reticente nuestros asientos, demasiado cerca del escenario, mira que estos nos sacan…. que vergüenza… yo ya me descubrí una sonrisa en la cara que no me quité en toda la función. Una señora inglesa entonaba una melodía de fondo sentada en las escaleras del escenario mientras pedía que alguien le enseñara a cantar una jota… yo le negué con la cabeza.. mmmmm no, cantar, de momento, no… Mientras un… ¿camarero? nos ofrecía amablemente ¡un vasito de café! Riquísimo, expresso italiano, sin duda (una pareja de la fila de atrás nos preguntaba con un ligero tono de envidia si estaba bueno, ya que el olorcillo que despedía ya lo indicaba). En unos minutos, dando tiempo a que todo el público estuviera en sus asientos, no sin antes recoger todo el menaje del cafecito inesperado, comenzó el espectáculo.

Por cierto, todavía no os he dicho qué función tocaba esa tarde. Bueno pues lo que descubrimos fue un extraordinario espectáculo de «circo contemporáneo». Sobre el escenario y como único atrezzo un armario totalmente desmontable que, ríete de los trabajos de bricomanía,  y 4-5 acróbatas (el 5º era más músico que acróbata, aunque también). Cerca de hora y media de expresión corporal, baile y un sinfín de piruetas magistral (y admirablemente) ejecutadas, bajo el hilo conductor de una historia de relaciones humanas (bueno, y animales en algún momento…. qué risas!) y en torno a esa música, unas veces evocadora pero en todo momento totalmente estimulante.

Os dejo el enlace aunque siento deciros que la magia que desprende el directo, la sala, el teatro…. es imposible sustituirla por la pantalla de vuestro dispositivo… Pero, si vuelven, no dudéis en dejaros sorprender.

 

 

 

 

GEOPOL 21 antig

Medio de análisis de la geopolítica global

Francisco Yagüe Ágreda

Un espacio para la reflexión y la opinión

Comentarios en: Sobre encargos y expectativas

Reflexiones de una maña ligeramente afrancesada.

MUJERES QUE HACEN LA HISTORIA - BREVES BIOGRAFIAS

Reflexiones de una maña ligeramente afrancesada.

Sin salir de la comarca

Planes en la Comarca Central de Aragón

Carmelitas Descalzas de Cádiz

Monasterio del Santísimo Corpus Christi y San José de Cádiz

Pinceles de Papel

Reflexiones de una maña ligeramente afrancesada.

Poemas del Alma

Reflexiones de una maña ligeramente afrancesada.

Antonio Muñoz Molina

Reflexiones de una maña ligeramente afrancesada.

el mono espabilado

blog de pedro guerra

Notas desde algún lugar

Londres y más allá

Tócala otra vez, Sam

El blog de Chema González

El Blog de Pepa Torres Pérez

Reflexiones de una maña ligeramente afrancesada.

Cuento en educación y terapia con Claudine Bernardes

Aquí encontrarás cuentos, actividades e investigaciones que promueven la educación y la terapia por medio de la narrativa. Claudine Bernardes es escritora y especialista en cuentos terapéuticos. Docente de narrativa en terapia en la Clínica Escuela del Instituto IASE con sede en Valencia, España.