Toca recopilar, lo sé. Y no sé si me apetece. En un ranking de los mejores años de mi vida, este desde luego estaría en los últimos puestos. Que sí, que ya lo sé. Que siempre hay que buscar el lado bueno de las cosas pero, hasta una optimista confesa como yo, a veces se cansa de repetir el mismo mantra. Aún así, léase la tercera frase de este post «los mejores años», no «los peores». Esto es de alguien optimista por naturaleza, no me lo negarán.
Y por muy de moda que estén las listas y, ya no digamos, las listas de «buenos propósitos para el año nuevo». Que no, que no me van a pillar. Que no pienso tampoco hacerla. Siento que aquel equipaje de hace años que, supuestamente, tenía que ser el que me sirviera para un futuro, ahora que lo abro descubro que muchas de las cosas que preparé, por si acaso, no hacen mas que lastrar el camino. Lee el resto de esta entrada