El otro día, cuando fuimos a buscar al abuelo al Centro de Día, los chicos repararon en un colorido mural que nos saludaba desde el pasillo. Lo habían realizado los ancianos que residen allí de manera continua en los apartamentos tutelados y recogía los recuerdos que tenían de aquel verano especial que permanecía en su memoria. Lamentablemente, nuestro abuelo ya no ha podido participar en esa actividad. No sabemos si le queda algún recuerdo en esa cabecica. Lo único que sabemos, con una certeza que ahoga, es que está perdiendo, a una velocidad difícil de asumir, sobre todo para los que más le queremos, su capacidad para comunicarse y, por tanto, hacernos saber cuáles son esos recuerdos que todavía mantiene. Lee el resto de esta entrada
Archivo mensual: julio 2015
SOMOS LO QUE LEEMOS
El domingo leía un artículo donde preguntaban a distintas personas de la sociedad aragonesa sobre el libro que tenían intención de leer próximamente y ese otro que recordaban como aquella lectura de verano que les marcó especialmente. Algo así como una forma de recomendar lecturas para este verano. Una manera como otra cualquiera de hacer un repaso desde la literatura actual a aquellos libros que podrían ser el fondo de armario de cualquier buen lector que se precie. Todos tenemos lecturas que recordamos con más o menos vehemencia, aunque estoy bastante de acuerdo con alguien que decía que, años después, había vuelto a releer aquel libro que recordaba con esa pasión pero ya no había experimentado lo mismo que la primera vez. Lee el resto de esta entrada
HUYENDO DE LA CALOR
Juliette se ha vuelto viajera. Así, sin avisar, sin hoja de ruta previa. Sin buscar fechas libres, ni vuelos, ni horarios… ni mucho menos alojamiento. Sin preparar maleta ni pensar si en el destino hará frio o calor. Creo que se enteró de las previsiones meteorológicas de estos días en Zaragoza y dijo «yo este calor no lo aguanto y, es más, ¡me marcho con lo puesto!»
Juliette empieza a ser como Willy Fogg y cantando (como me ha emocionado escuchar a Amaya Uranga regalando su voz a la adorable Romy) cruza el charco y se planta un día en Argentina.
UN AÑITO, NO MÁS
Hoy me siento feliz y, a pesar del calor que hace, creo que voy a encender el horno y voy a preparar un dulce para merendar. Y celebraremos el primer año de este blog a media tarde, más o menos a la misma hora en la que el primero y los siguientes post de los viernes comenzaron a asomarse tímidamente al mundo a través de esta ventana de internet.
La verdad es que casi no me lo creo. Un año contando historias, un año de compromiso primero conmigo misma y, poco a poco, con todos los que habéis salido al camino a animar, a saludar, a compartir… Lee el resto de esta entrada