Llevo un tiempo cociendo en el horno un post sobre historias cantadas porque todos tenemos una banda sonora propia en nuestro corazón y en nuestra memoria y no puedo evitar, de vez en cuando, echar mano de viejas canciones, mientras sigo añadiendo nuevas a ese LP (ahora playlist) de mi vida. Y rebuscando en YouTube descubro que Víctor Manuel ha celebrado 50 años regalándonos auténticas historias hechas canción. Como ya digo, en el horno tengo metidas otras canciones, otros autores, pero es que Víctor merece un capítulo aparte, porque mira que nos ha cantado historias… Lee el resto de esta entrada
Archivo mensual: febrero 2015
PASAPALABRA
Hace unas semanas contaba mi propósito de fijarme en personas sanadoras y, con ello, valorar todos aquellos momentos que vivimos con los de nuestro alrededor. El día a día en muchas ocasiones se nos presenta duro pero es la convivencia con los que nos rodean y, sobre todo, la actitud con la que vivimos la que nos hace valorar esos momentos compartidos. No sabemos cómo percibirá nuestra sonrisa al saludar el vecino o el conocido, pero a mi al menos me predispone a tomarme las cosas de otra manera y entonces las penas son menos dolorosas y las alegrías muchísimo más festivas. Lee el resto de esta entrada
SAN VALENTIN
Mis padres se conocieron en la Casa de Andalucía. Imagino que, en mitad de la década de los sesenta y en Zaragoza, una forma de pasar la tarde era acudir a un local donde se organizara algún baile y eso es lo que hicieron una chica de un pueblecito de Teruel con sus amigas y un mozo de las Cinco Villas con sus amigos. Lee el resto de esta entrada
Mi pri, esa compañera de juegos desde que su padre y el mío desembarcaron en Caesaragusta allende las Cinco Villas, mi cómplice en muchas batallas, me acaba de regalar un diseño para la cabecera de este blog. ¡¡Me encanta!!
A quien le apetezca darse un paseo por su patio, verá las cosas tan bonitas que hace y se le instalará una sonrisa en el corazón.
CINCO AÑOS DESPUÉS
«La que has liao pollito…» Es lo que pensé el lunes por la noche cuando me acosté realmente agotada (por momentos me sentía un punching-ball) tras acabar de leer todos los comentarios que había generado la aparición de mi historia en el periódico.
Era consciente de que algún comentario habría, como hace casi cinco años, cuando apareció la primera parte, pero mi responsabilidad social me empujaba a volver a vencer ese pudor y contar mi realidad, una de tantas, por otra parte. Lee el resto de esta entrada