¡Madre mía! ¡Que nervios! Lleva, no sé cuantísimo tiempo, rondándome la idea de plasmar en un blog todas esas reflexiones que pasan por mi cabeza y que, hasta ahora, se quedaban como mucho en alguna libreta. Pero, si me ponía, tenía que ser en serio, y anda que no es difícil. Os cuento:
- Decidir sobre qué voy a escribir: al final, como son tantos los temas que me remueven, voy a escribir un poco de todo, lo que me apetezca, vamos.
- Decidir en qué plataforma: como otra bastante conocida ya la investigué para un trabajo, me he lanzado por aquí… ya sabéis, ¿para qué irme a lo fácil pudiendo hacerlo difícil?
- Decidir el nombre….. ¡Bueno! ¡Eso sí que tiene tela! Todos los posibles títulos que se me ocurrían ya estaban cogidos…. Por eso tuve que echar mano de Juliette…
- Elegir la apariencia de este blog… algo que no canse pero que tampoco aburra… que se pueda leer bien, en cualquier pantalla o dispositivo… Espero haber acertado… ¡Creo que sí! (A mi me gusta)
- Intentar hacer algo personal, sin que parezca que copio a nadie…. Joooo! Hay miles y miles de blogs… ¡Me temo que he llegado demasiado tarde al mundo de la blogosfera!
- Y, por último, ¿para qué un blog?… Pues no sé. Lo único que tengo claro es que escribir casi siempre me ayuda a aclarar ideas y, a veces, son tantas las que bullen por mi cabeza que necesito sacarlas, así que he elegido este formato. ¡A ver qué tal!
hola JULIETTE, te he visto en el periodico y me parece injusta tu situación, eres muy valiente en mostrarte de cara, pienso que en la vida no se puede tener todo, no tienes trabajo pero creo que la felicidad tiene un espacio en tu casa, voy a seguir tu blog, un saludo
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Bueno, el artículo simplemente trataba de reflejar una de tantas realidades… Ya ves que hay opiniones para todos los gustos y que las interpretaciones son de lo más variopintas. Pero sí, tienes razón, y aunque en la vida no se puede tener todo tampoco me apetece conformarme 😉 Me alegra un montón que te haya gustado el blog y que te hayas atrevido a decírmelo así que encantada de que te pases por aquí cuando te apetezca. ¡Nos vemos!
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Que buena esa frase… también soy una persona de mente inquieta… muy inquieta. 😉
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