NOVIEMBRE TIENE NOMBRE DE MUJER

El último miércoles de Noviembre salí por la mañana de casa y, justo al dar la vuelta a la esquina, me encontré de frente con un hermoso y maravilloso arcoíris. La aparición de un arcoíris siempre provoca una sonrisa, ¿o no? Con mi sonrisa puesta seguí mi camino, no como Dorothy, buscando un lugar sobre el arcoíris. El paso del tiempo, ese que te hace descubrir las primeras arrugas alrededor de los ojos o comprobar que ya no te tienes que agachar para dar un beso a tus hijos o sobrinos, también te permite reconocer que ya estás en ese lugar que ansiabas mejor, solo que, a veces, no te das cuenta.

NUNCA DEJEMOS DE PENSAR

Escuchaba a alguien decir que tenía ganas de que llegara el fin de semana para dejar de pensar. Lamentablemente, el fin de semana pasado no pudo ser. Los atentados de París nos despertaron abruptamente de ese dulce sueño en el que nos gusta sumergirnos cuando llega el viernes por la noche, cuando toca descansar y dedicar nuestro cuerpo y alma a asuntos menos importantes (al menos, desde el punto de vista productivo). El pasado viernes, de repente, nos vimos sumergidos en una vorágine de sentimientos. Tristeza, enfado, angustia, preocupación, confusión… todo tipo de estados de ánimo dependiendo del grado de proximidad que cada uno tenemos con el país vecino y sus habitantes.

De mi viaje a París de hace unos años quizás a quien más recuerdo

HABLEMOS DE AMOR

Me gusta que se haga un Congreso donde se hable de Amor, y me gusta que sea en Noviembre y me gusta que sea en Teruel.

Porque es necesario hablar de sentimientos, porque hablándolos, abordándolos, ya estamos dando un primer paso de reconocimiento y, qué mejor que reconocer nuestro AMOR con mayúsculas. Amor por la vida, por los animales, por la gastronomía, por el deporte, por la naturaleza, por el arte, por la belleza, por el prójimo, por mis raíces, por mi trabajo, por mi familia, por mis hijos, por mi esposo, o esposa, por mi pareja… Y qué mejor que abordarlo con humor, con alegría, sin vergüenza, sin miedos, sin tapujos, con naturalidad, con calma, con raciocinio… ¡Que bueno poder hablar de Amor!

REGALOS

Hagamos una prueba. Sólo si me lees desde tu casa, aunque si lo haces desde el autobús o desde un banco en el parque, igual también, por qué no. Levanta la vista y recorre tu mirada por todos los objetos que decoran tu despacho, cocina, salón de estar… incluso cuarto de baño. Sí, allí seguro que también encuentras algo que te hayan regalado. Una colonia, un jabón, una figurita, unas flores, un marco con una foto, un libro, un reloj… Y piensa por un instante la persona o el momento en que te lo regalaron… ¿A que has sonreído? Eso es felicidad.