Siento que me encuentro en un momento muy dulce de mi vida, sin embargo, cuando toca repasar el camino recorrido y manifestarlo en voz alta, todavía se me hace un nudo en la garganta. Es lo que tenemos las personas ultra-sensibles. Además de percibir olores, sonidos, colores, sabores, caricias, con una especial intensidad, vivimos momentos que nos emocionan irremediablemente. Con una melodía, con una imagen, con muchos recuerdos y momentos vividos… y al hablar se nos nota, porque se nos desgarra un poquito la voz y entonces decidimos callarnos para dar paso a esas lagrimillas que luchan por aflorar… Sé perfectamente que eso incomoda, y mucho, a las personas que nos acompañan en ese momento pero… imposible, por más que lo intentamos, no conseguimos controlar esa emoción… Al menos yo no. Además estoy comprobando que ese gen se acentúa con la edad… Cada vez me emociono más y, cada vez, me resulta más difícil controlarlo.
Esta semana vimos La, La, Land, la película. Estaba muy predispuesta a que me gustara. Me gustan los musicales. Ya está. Ya lo he dicho. No. No me gustan, ¡me encantan! Dicen que la peli la protagonizan Emma Stone y Ryan Gosling, pero yo diría que la verdadera protagonista es esta canción.
Una canción de esas que se te amarran al cerebro y necesitas un trasplante para quitártelas de la cabeza, como aquellas que contaba en el post pasado. Una canción a través de la cual se cuenta una historia con la que, como decía el buen amigo que nos la recomendó, seguramente nos sentiremos identificados todos aquellos a los que nos da por esa manía de echar la vista atrás de vez en cuando, por mucho que nos digan que lo importante es vivir y hacernos conscientes del momento actual. Que sí, que la teoría me la sé muy bien y confieso que estoy cogiendo cierta pericia en ponerla en práctica, pero a veces…. ¡no se puede evitar!
Espero no hacer ningún spoiler con el párrafo anterior… En cuanto al resto de la peli, desde luego que la pareja protagonista no cantan y bailan como Gene Kelly y Debbie Reynolds pero, para mi, ese es otro de sus encantos. Hacernos creer que cualquiera puede cantar y bailar, sólo basta con sentir la música, vivirla… La banda sonora me chifla, pero eso no tiene mucho mérito. Dame unas notas de piano y jazz y ya me tienes ganada.
Melodías que emocionan y palabras que también… Simpática 🙂
Y no, a mi no me incomoda y creo que lo sabes… BESOS!
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Lo sé, lo sé… Pero como a otras personas sé que sí, era mi forma de pedir disculpas 😉
Por cierto, las melodías de la peli siguen durante esta semana en mi cabeza… No hay manera de quitarlas. ¿Has visto ya la peli? ¿Y esto?
La La Land – Movie References from Sara Preciado on Vimeo.
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